La representación de las proposiciones
Utilizaremos las letras p, q, r, s y así sucesivamente para representar las proposiciones. Así, por ejemplo, si decidimos que p represente la proposición "el sol brilla", lo escribiremos de la siguiente manera:
p: "el sol brilla"
que se lee: p es el enunciado "el sol brilla"
Modificación de las proposiciones
Podemos formar nuevas proposiciones a partir de otras de muchas maneras diferentes. Por ejemplo, a partir de p: "Yo soy un leonés", podemos formar la negación de p: "No es el caso de que yo sea leonés", o más sencillamente "No soy leonés". Denotamos la negación de p mediante ¬p, que se lee "no p".
Hay otras formas de señalar la negación de un enunciado, por ejemplo, mediante el símbolo ~. Los símbolos ¬ y ~ son equivalentes, pero aquí utilizaremos preferentemente ¬ (aunque Wittgenstein utilizó el símbolo ~ en su Tractatus Logico Philosophicus).
Lo importante de la negación es que si p es verdadero, entonces ¬p es falso, y viceversa. Esto se puede resumir en la siguiente tabla de verdad de la negación:
p | ¬p |
---|---|
V | F |
F | V |
En la columna de la izquierda están los dos posibles valores de verdad de p, y en la de la derecha aparecen los correspondientes valores de verdad para ¬p.
En la siguiente tabla se recoge una definición más formal de la negación:
Negación
La negación de p es la proposición ¬p, que se lee "no p". Su valor de verdad queda definido por la siguiente tabla de verdad:
p | ¬p |
---|---|
V | F |
F | V |
Veamos ejemplos de la negación en la siguiente sección.